Para Padres que Valoran la Educación Tradicional, Moral y Espiritual Con el Fin de Desarrollar Alumnos en Intelecto, Integridad e Iniciativa.

        Los niños se pueden entender mejor por la ilustración de un árbol. Lo que más llama la atención a primera vista es su follaje y su fruto. De la misma manera, lo primero que llama la atención de un niño es lo que dice y hace. Muchos sólo prestan atención a corregir palabras y comportamiento, pero esto resulta igual que arrancar follaje y fruto del árbol esperando que aparezca algo diferente, a su gusto. Sólo saldrán el mismo follaje y fruto porque estos saldrán de las mismas ramas.

Las ramas representan las actitudes, o maneras de pensar, de los niños. Si no se cambian las actitudes, no será permanente un cambio en su comportamiento. Si logra cambiar sus actitudes, su comportamiento cambiará de acuerdo con ellas.

Preguntará uno: ¿qué forma las actitudes y cómo se pueden cambiar? Como las ramas del árbol salen de un tronco, así también las actitudes tienen un origen: los valores. Lo que uno valora determina sus actitudes y esto, a su vez, determinará su comportamiento. La educación correcta y eficaz, que produce resultados buenos y permanentes en el desarrollo intelectual, emocional, físico y moral de un niño, debe tener un enfoque principal en sus valores.

La Escuela Luz y Libertad (ELL) está fundado sobre este propósito y reto. Si usted desea que sus hijos no solamente sean educados en materias de conocimiento, sino también en integridad de carácter moral y espiritual, ¡le felicito! y le invito a considerar la ELL como el medio para apoyarle con esa noble tarea.

Finalmente, debo mencionar que un árbol se moriría y se caería si no fuera por la raíz que lo afirma y lo alimenta. Como la raíz del árbol, los valores deben tener un origen más profundo que las corrientes y modas inestables del mundo, y los deseos y opiniones de cada uno. Los valores estables, incambiables y universales tienen un origen superior al ser humano. Proceden de nuestro Creador infinito, perfecto, justo y bondadoso, quien establece lo que es verdaderamente bueno y malo para todos. Uno que reconoce su superioridad en todo y su autoridad suprema, estará de acuerdo con que sus valores son superiores y absolutos, y la base del bien verdadero del individuo y de la sociedad. La ELL acepta humilde y firmemente la responsabilidad de ser ejemplo en estos valores y desarrollarlos en la vida de los alumnos. “Por sus frutos los conoceréis”, es la realidad. Luchemos para que los niños se formen como el árbol bueno que da buen fruto.

Dr. Daniel Morris

Fundador y Asesor de la ELL

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